“La Sole” brilló en la segunda noche del Festival

La segunda noche del festival, conducido por las voces de Viviana Carranza y Juan Carlos Christiansen,
comenzó con la apertura a cargo de Compañía Flora, que presentó la obra “Hijos de la Tierra”, donde la danza y la música conectaron al público con los ritmos esenciales del planeta: el calor del sol, la fertilidad de la tierra y la fluidez del agua.
Luego, fue el turno de Nakasato, ganador del Pre Festival en la categoría tema inédito, quien sorprendió con una obra innovadora que destacó su creatividad como autor. El escenario también recibió al Ballet Caminantes del Folklore, quienes obtuvieron una mención especial en el Pre Festival en el rubro danza grupal. Con
pasión y entrega, este grupo de jóvenes demuestra su amor por la danza y el folklore en cada presentación.
Por su parte, Naure Dúo cautivó al público con su interpretación de canciones del cancionero argentino, aportando una nueva esencia y revitalizando nuestras raíces musicales.

Carolina Centurión deslumbró con su voz cautivante y su estilo auténtico, fusionando tradición y modernidad en un show vibrante que hizo bailar al público.
Luego, el Ballet Grito de Mi Tierra presentó “Sencillito y de alpargatas”, una puesta en escena emocionante que, a través de la danza, rescató las costumbres y tradiciones del folklore argentino, basándose en la historia de “Los Cumbranos” y los relatos de puesteros de la Sierra de los Comechingones.
Sonia Amaya, con 40 años de trayectoria con un repertorio cargado de identidad y poesía. Acompañada por músicos y bailarines, ofreció una presentación llena de sentimiento y tradición.
El Dúo Orellana-Lucca llegó al escenario con su inconfundible sonido santiagueño, haciendo vibrar al público al ritmo de chacareras y emoción. Con más de dos décadas de trayectoria, el dúo conquistó la noche con su música y su energía arrolladora.
El Ballet Llastay, con más de 50 años de trayectoria, presentó su obra titulada “Litoral”, un homenaje a las tradiciones del noreste argentino. Dirigido por sus alumnos, el grupo llevó al escenario un cuadro folklórico con rasguido doble, chamarrita, ranchera y chamamé, como antesala de Soledad Pastorutti.
El momento más esperado de la noche llegó con la voz que renueva la tradición y es ícono del folklore argentino. Soledad Pastorutti, la santafesina que ha conquistado el país, regresó a Merlo para brillar en el escenario mayor Antonio Esteban Agüero. Las luces se encendieron, los bailarines se prepararon y el público
se puso de pie para celebrar, una vez más, la tradición que nos une como argentinos.

Fuente: prensa municipio de la Villa de Merlo