“Leña”

Me gusta juntar leña para mi invierno.

Machete en mano, sendero.
La luz hilada por la fronda se ovilla en mi sombrero.
Camino buscando entre espinillos viejos,
los brazos muertos que ha tumbado el tiempo.

En la torridez de enero,
cuando transpira su savia el árbol somnoliento,
entro en la sombra de los socavones frescos,
le hurgo sus muertes al monte, sin aliento.

El tronco gime un estertor cuando hacho fuerte
y en mi fuerza cruje la vieja vida de madera
que cae desmemoriada y se despeña,
ya olvidadas sus tardes y sus nidos.

Cargo manojos pensando en mis inviernos,
cuando la fuerza y el calor se me hayan ido.
Y ande mirando apenas la luz de la llamita
en el leñoso momento final, anochecido.

Antes de que el hacha del sueño me derribe,
tener un poco de calor, de ave, de nido,
de luz hilada por la fronda,
de monte verde, florecido.

Me gusta juntar leña para mi invierno.

Imagen: Gabriel Piñeiro