Mediante un decreto el gobierno nacional termina de dar el golpe de gracia a la actividad audiovisual argentina

A través del decreto 662/2024, el presidente Milei  terminó con la “cuota de pantalla” , medida que garantizaba la exhibición de películas nacionales  estableciendo que se debía proyectar una película nacional por sala, en todas sus funciones y al menos una semana por cada trimestre del año. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) debía garantizar un espacio de exhibición para el estreno de películas nacionales en salas comerciales del país y ya no lo hará. Este perjuicio se suma a su política de recortar subsidios para el financiamiento de producciones locales.

Por otro lado, aparecen rumores de la existencia de listas negras y contenidos prohibidos, que de algún modo son confirmados por el director y docente Goyo Anchou, que reveló que cuando presentaba una propuesta para un ciclo de cine a un grupo de programadores de un espacio dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, estos le informaron de una serie de “contenidos prohibidos en centros nacionales”. El listado incluye temáticas “LGBT, feminismos, críticas a la dictadura, defensas del gobierno previo”, y aquellas películas “que incluyan a Lali Espósito”.

Cómo influye la medida en las producciones independientes

Conversamos con el realizador Juan Ortiz , uno de los organizadores del Festival Merlo Sangriento , que considera que si bien había muchas cuestiones que modificar para el mejor funcionamiento del INCAA, las medidas del gobierno no van a solucionar ninguna y van a llevar a la industria del cine a su desaparición. Dice el director: “es vergonzoso lo que está pasando y afecta muchísimo a la cuestión de cuántas películas de cine argentino se van a poder ver; siempre la cuestión de la distribución de las películas fue un tema discutido, pero esto no ayuda absolutamente en nada, al contrario, en vez de decir: ‘a ver qué es lo que esta flojo, vamos a mejorarlo para crear una industria’, esto lo que va a hacer es darle lugar a las grandes producciones extranjeras y que de alguna forma tengan más lugar aquellas producciones con más presupuesto, con más plata, y que la gente termine yendo más a ver películas de afuera, es imposible competir con la última de Marvel o de Disney. El cine contribuye también a entender nuestra cultura y esto también lo que hace es seguir profundizando esto que mucha gente repite, que el cine argentino es malo, y quizás lo dicen porque vieron una película que no les gustó, pero nuestro cine tiene un montón de producciones, te puede gustar una más que otra , el cine norteamericano tampoco es todo bueno y el cine argentino es muy reconocido en el extranjero, es una industria que estaba en crecimiento.”

“Las modificaciones que están haciendo ahora, no mejoran nada”

En lo que tiene que ver con la distribución de las películas, los realizadores venían reclamando algunas modificaciones dentro de la Ley de Cine, como la promoción de los filmes que en muchos casos se hacía de boca en boca. Juan Ortiz afirma: “con la película  ‘Cuando acecha la Maldad’ fue un poco así , si bien el director, Demian Rugna, venía de hacer una película como “Aterrados”  que le dio un nombre, ‘Cuando acecha la maldad’ se fue expandiendo y terminó siendo   la mejor película de terror de Argentina,  primero se estrenó en la plataforma Shudder y después se terminó estrenando en salas comerciales y fue un éxito total, fue la película de terror más vista en Argentina y recaudó muchísimo para lo que es una película de terror, con muy buenas críticas en todos lados, pero las modificaciones que están haciendo ahora, no mejoran nada, básicamente lo que hacen es destruir la industria. Todos coincidimos en que el INCAA no es perfecto, pero de ahí a destruir, a sacar el fomento… ellos que tanto hablan de los países del primer mundo, en esos países tienen aportes del estado, se financian también con otros aportes  pero apoyan lo que entienden que es una industria y si realmente le dieran la importancia que se merece hay un montón de cosas que se pueden hacer, pero parecería que hay una cuestión  ideológica. El cine argentino estos años estuvo creciendo muchísimo, y ahora conozco colegas de otras provincias donde se estaba produciendo bastante y ahora no se está haciendo nada.

 Festival Merlo Sangriento

El director habla de cómo inciden estas medidas en la realización del Festival Merlo Sangriento: “nosotros el año pasado tuvimos el apoyo del INCAA,  mandamos un presupuesto y de ese presupuesto ellos nos  dieron un porcentaje, no era mucho pero a nosotros nos sirvió para pagarle a la banda que estuvo en el festival, la comida para los invitados, para bancar la  gráfica del evento , no es un dinero que se usa para cosas como irse de vacaciones, y tampoco es un dinero que se le quita a cosas más necesarias, porque el presupuesto del Instituto sale de un porcentaje de las entradas. Este año, al no tener apoyo del INCAA tuvimos que salir a vender rifas para poder buscar más aportes privados. Lo que más preocupa es que si bien este año recibimos producciones argentinas, la incertidumbre es lo que va a ocurrir con respecto a si vamos a tener producciones locales de género, el género de terror tiene más costos y también implica que no va a haber la diversidad de voces que supo haber en su momento. Tenemos que ver la forma de financiarlo, hacerlo lo vamos a hacer lo mejor posible y que no se note la falta de presupuesto.”